Todos sabemos lo que es este mueble, todos lo conocemos con la diversidad
de formas y modelos que existen, algunas (mesas) son muy famosas por entrar en
la historia de la humanidad, por su relevancia en ciertos momentos, no voy a
extenderme en Historias de Pueblos y Naciones ni tampoco con sus posibles
rendiciones y tratados más o menos acertados, solo pretendo reflejar una opinión
personal de este enser que en todas las casas tenemos.
Las han construido en diferentes materiales, desde piedras básicas a
ornamentales, con maderas nobles y no tan nobles, con metales simples y también
con aleaciones más o menos dúctiles para realzar su belleza, i porque no,
mixtas con diferentes estilos y efectos, al fin de todo ello siguen siendo
mesas para ser husadas.
La imaginación ha hecho que sin darnos cuenta el húsar tal objeto para casi
todo lo dejemos en un segundo plano, y en él se ha Torturado, Desmembrado,
Empalado, Matado, Violado, Amado, Parido, Se ha conspirado, Se ha llorado, Se
ha reído, Se han llegado a acuerdos familiares y entre muchas más cosas también
ha unido familias para la construcción de un posible futuro.
Continuamos con la ancestral costumbre de reunirnos al entorno de la mesa
para cumplir con el precepto de comunión, y devorar un yantar.
El respeto a este, tendría que ser lo más placido y coherente posible, el anfitrión
expone y pone las normas de conducta con tal de que reine la paz y concordia
entre los comensales.
Así pues, entre veladores, mesas y bancos corridos se tienen que tratar los
asuntos cuotidianos.
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